Hace unos días se cumplieron 4 meses de que estamos viviendo acá y sin darme cuenta lo estaba celebrando solita.
El martes pasado me fui sola con la bici al predio de la pileta. Me llevé un libro, mi cuaderno de las ideas, unas lapiceras, los auriculares, un trípode que me hizo mi papá y algunas cositas más. Ah y también me llevé el aguayo. Ese que llevo para todos lados y que siempre me da la libertad de poder sentarme donde quiera. Y mientras jugaba a grabar un video, me di cuenta que estaba viviendo el aniversario de este cuarto mes. Inconscientemente lo estaba celebrando.
Ahora mismo estoy comenzando a vivir el 5to mes. Pero bueno, para continuar con estos relatos de aniversarios de mudanza, me dieron ganas de sentarme hoy a escribir sobre esto y compartirte algo de lo que fue este mes acá. Y el modo en que voy a contarte, será en forma de listado.. Algo así como "10 cosas cosas que aprendí, viví, en este nuevo mes" Así que acá va:
1-Cumplí años. El 28 de marzo cumplí 32, y como guiño de la vida, ese mismo día también era el cumpleaños del abuelo de Z. Así que hubo doble festejo y doble torta. Z. me hizo una torta de naranja y chocolate.
2- Vino mi familia de visita nuevamente. Con excusa doble: mi cumple y el feriado de semana santa. Así que tuve el placer de estar acompañada unos días con ellos y poder tener tiempo de calidad con "la linda de la tía", como le digo yo a mi sobri.
3- Por primera vez recibí la visita de una de mis amigas. Se quedó unos días y pudo conocer el Efecto Bordenave*. Más allá del silencio típico del pueblo que favorece la siesta, también tuvimos días de mucho frío que nos invitaron a quedarnos más adentro. También nos deleitamos una mañana de lluvia, con el show que nos brindó una calandria que se paró en el molino a compartirnos todo su repertorio.
4- A fines de febrero, principios de marzo, terminó la cosecha de higos y empezó a los días la de membrillos. Así que además de dulce de pera que había hecho yo en enero, se sumó el de higo. Regalamos un montón de frascos con mermelada. De membrillo no hice, pero la mamá de Z. hizo y le quedó espectacular. Ya casi no quedan frutas en los arbolitos. Y las que quedan se las están comiendo los loros y los pajaritos.
5-Coseché almendras. Acá en la esquina y también acá a la vuelta, hay algunos almendros. Así que cuando vino Salito de visitas aprovechamos a ir a buscar (pidiendo permiso, obvio) las almendras que habían quedado tiradas en las veredas y en la calle. Aún tenemos así que seguramente las usaré para hacer alguna torta o leche vegetal.
6- Aprendí a hacer salsa filetto, a tejer mi propio holder (esos cordoncitos que sujetan el tapabocas cuando no lo tenés puesto), a editar videos y subirlos a mi canal de Youtube. Ah sí, tengo mi canal!
7- Continué animándome a hacer charlas en vivo en mi cuenta de instagram, para hablar de temas que me gustan con gente que admiro. A poner en venta los talleres que hace rato tenía grabados y seguir enraizándome con este proyecto.
8- La planta de zapallo está creciendo a full. Y hay como 6 ó 7 brotes de calabazas que no sé si llegarán a crecer porque dice Z que pronto caerán heladas y eso les va a impedir que sigan desarrollándose.
9- Empecé a leer un libro que se llama El camino del Artista, y estoy super enganchada con eso. Porque son 12 semanas de lectura y actividades, -es como un curso- de las cuales muchas tocan fibras muy muy sensibles y requiere que me dedique a hacerlas con tiempo y dedicación.
10- Estuve creando (trabajando) unos días en el local de la tía de Z. Ella tiene una tienda de muchos productos, como de juguetería, librería, ropa, limpieza, etc., y necesitaba un reemplazo por unos días. Así que sin pensarlo mucho, me ofrecí para estar ahí ese finde. Y la verdad es que lo pasé muy bien. Me divertí, pude comenzar a tejer un lindo vínculo con su prima y además conocí más gente del pueblo.
La verdad es que este mes que pasó fue mejor de lo que esperaba. Sentía mucho miedo por no saber cómo sería mi cumpleaños acá, sin la familia, sin amigxs. Pero a la vez estaba como expectante y tranquila confiando en que todo se daría cómo tendría que darse. Pasé un día hermoso y recibí además de regalos, mucho mucho cariño. Y de hecho, hasta el 5 de abril seguí recibiendo saludos de cumpleaños.
Todo sigue avanzando, cada día me conozco más y -aunque ya lo dije varias veces- cada día me siento más parte de este lugar.
Ah.. me olvidaba, por las dudas que hayas leído sobre el tercer mes y la carta.. quiero contarte que la carta jamás llegó. Y que el abuelo partió el 17 de abril por la mañana ( si querés saber sobre la carta de la que estoy hablando, hacé click acá)
*El efecto Bordenave, le decimos con Z., a esa sensación de sueño que te despierta el lugar. Es como si de pronto te dan ganas de dormir y cuando lo hacés entrás en sueño tan profundo que te descolocás.
Esta foto la tomé el 6 de abril, en ese momento en el que me
di cuenta que ese mismo día cumplía 4 meses
viviendo ahí, o acá, mejor dicho
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