El año pasado conocí de casualidad, si es que existen las casualidades, lo que era un haiku. Supongo que habrá sido por alguna cuenta de instagram, ahora no me acuerdo. Tampoco me acuerdo cuál fue el primer haiku que leí. Porque cuando me topé con uno y su nombre, me puse a buscar más y a leer y leer sin parar y se abrió una puerta gigante delante de mí.
Resulta que un haiku, es una especie de poema cortito de origen japonés, que consiste en tres versos que tienen: 5, 7 y 5 sílabas fonéticas, que se llaman moras. Digo sílabas fonéticas porque los versos no se separan en sílabas como lo aprendimos en el colegio, sino que se separan según como suenan.
Les voy a dar un ejemplo para que se entienda, y después les voy a contar qué tiene que ver esto, con lo que hoy les quiero compartir.
Va el ejemplo:
La frase mate amargo, si la separamos en sílabas de la manera tradicional, veremos que tiene 5 sílabas.
ma te a mar go
Pero si tenemos en cuenta su fonética, nos encontraremos con que esta frase en realidad tiene 4 sílabas. Porque la letra e de la palabra mate y la primer letra a de la palabra amargo, al enunciarlo se unen.
ma tea mar go
El haiku tradicional tiene muchas más reglas y también hay muchas maneras de escribirlos. Esto que les decía de los tres versos, con 5, 7 y 5 moras, es lo principal que hay que tener en cuenta si es que nos interesa escribir haikus en algún momento de la vida.
No me quiero poner a explicar qué es y qué no es un haiku en profundidad, porque lo que les quiero contar hoy, es otra cosa.
Cardo mariano en flor. Foto que tomé en una caminata por el pueblo.
Resulta que desde hace unas semanas, me di cuenta que me estaba desconectando de mi cuaderno, porque no estaba escribiendo tan seguido como lo hacía. Que si me sentaba a escribir lo hacía a las apuradas y que encima hacerlo así no me generaba disfrute. Esto tiene una explicación y es que estoy en un etapa en el que mi emprendimiento de cuadernos está en su mejor momento y eso quiere decir que estoy invirtiendo mucho de mi tiempo y energía en crear, crear y crear. Claro que esto es algo bueno, porque significa que tengo ventas, que hay ingresos y que el proyecto está creciendo. Por supuesto que eso me pone muy contenta. Pero no deja de ser importante para mí, mi tiempo libre, mi conexión con la naturaleza, con mi cuaderno, con la creatividad.
Sábado 22 de octubre de 2022
Hoy vuelvo al cuaderno con otro aire. Estoy un poco cansada de no tener tiempo para mí, de no sentir ganas de estar acá conmigo. Como que me extraño. Quiero pasar más tiempo conmigo, sin apuro, sin sentir culpa por no estar "haciendo" para la feria.
Esto que menciono en mi cuaderno, sobre la feria, es lo que me estaba consumiendo más energía. Porque pronto, en el pueblo se celebrará el aniversario y eso significa que vendrá mucha gente y por ende tendría que preparar mucho stock para tener bien llenito mi stand. Pero. Eso me genera ansiedad y me coloca en un estado que no me gusta para nada y lejos está del disfrute. Entonces al detectar esto me tomé las cosas con otra actitud y me propuse dos cosas:
1- Tomarme la feria/fiesta del pueblo, con más calma. Haré lo que pueda y con eso será suficiente. Lo importante de la feria, entiendo ahora que pasa por otro lado, que en algún momento les contaré.
2- Retomar la escritura en mi cuaderno y escribir por 7 días de consecutivos 1 haiku por día.
7 haikus para registrar lo simple
para volver al cuaderno
a la hoja
al lápiz
a la mano
al corazón.
7 haikus para volver a mí.
Esos siete días ya han pasado. De hecho pasaron como 15 días ya. Y tal como me lo propuse todos los días en la mañana, mientras desayunaba escribía un haiku. Al final terminé haciendo
12 en total y debo decirles que cada vez que me despertaba, era este ejercicio el que me motivaba a salir de la cama.
Les comparto que haciendo esto, no sólo logré retomar mi hábito de escribir tranquila por la mañana sino que además, me sirvió para crear un fanzine. Un fanzine de haikus. Y entonces decidí que serán parte de mi stand en las próximas ferias y por supuesto en la fiesta del pueblo también.
Hoy entonces los y las quiero invitar a leer
mis 12 haikus y también a animarse a probar a ver si ustedes también pueden crear los suyos. Quizás también les sirva si algún día les pasa algo parecido como a mí, y desean volver al cuaderno con otra energía.
Si tienen ganas de saber un poco más, sobre qué son los haikus, les voy a dejar esta página que fue la que me ayudó a entender sobre el tema qué es y qué no es un haiku
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