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Mostrando entradas de abril, 2021

Cosas de pueblo...

O ¿Cosas de acá? Esta tarde llovió. Estaba pronosticado. Y si llueve por la tarde es cantado que sale siesta. Eran como las  15 pasaditas cuando nos acostamos y nos tapamos con las tres mantas. Estaba un poco fresco. Se escuchaba el agua caer sobre los techos de chapa, sobre el piso, contra la ventana y hasta contra las hojas de los árboles. ¡Qué placer me da dormirme escuchando la lluvia!, me digo por dentro. Estábamos durmiendo muy relajadamente, cuando de pronto escuchamos: PA  PA  PA  PA  PA  PA  PA  PA  - alguien golpeaba la puerta. Nos despertamos asustados.. ¿Quién será? Nos preguntamos medio dormidxs. Z: Vos esperás a alguien? - Vuelven a golpear la puerta Yo: No...  El pedido viene mañana Z: ah... - se levanta, se cambia y va hacia la puerta. -  No había nadie che. Ya se fue.. Alcancé a ver un auto blanco- agrega y vuelve a la cama. Yo: ¿Quién sería? -Me quedo pensando -  A ver.. Me voy a fijar si el pedido llegaba...

Mis palabras son semillas

Resulta que todo cambia.  ¡Fua! que verdad más novedosa, no? jaja Bueno, pero fuera de joda: ¡Todo cambia! Y este espacio virtual en el que estás paradx también.  Hace unos días vengo sintiendo la necesidad de hacer varios cambios.  Mas cambios? - grita el público Siii! - Digo yo-  Mas!  Y me pregunto (y te pregunto): ¿En algún momento dejamos de hacerlo? ¿Quién nos vendió que las cosas no cambian? ¿Que unx no cambia, que las ideas no cambian, que los pensamientos no cambian, que el sistema no cambia, que el cuerpo no cambia? ¿Quién se atrevió a decir tremenda falsa verdad? ¿Quién nos lo dijo por primera vez? ¿Quién fue? Bueno, yo sé que esto parece un texto acusatorio en donde parece también que estoy buscando un culpable. Pero bueno, no. No es así. Podría decir que es la introducción al texto que viene, quizás... Como contaba, hace días vengo sintiendo la necesidad de querer hacer un cambio en varias áreas de mi vida. Y creo que es un poco de to...

La escritura para mí

Un refugio. La escritura es un refugio para mí. Un lugar en el que puedo ser yo, estar desnuda, bailar sin ritmo, cantar sin afinar. Ser. Simplemente ser. La escritura es ese refugio donde puedo llorar, quejarme, sufrir, y desahogar mis penas sabiendo que transmutan. Que la palabra escrita tiene el poder de transformar lo que siento en otra experiencia. La escritura para mí es alquimia. Lo que siento, lo combino con lo que pienso, lo que vivo y lo que veo y luego lo mezclo. Para crear una gran masa que va tomando forma y leudando a medida que voy sacando todo eso de adentro. La escritura es mi lugar. La escritura es mi manera de digerir y procesar las cosas. Y mi cuaderno.. mi cuaderno es parte de mi sistema digestivo ya. De hecho, cada día estoy más convencida de que no tengo estómago, ni duodeno, ni yeyuno, ni íleon, ni colon.. En su lugar, tengo un cuaderno con hojas lisas. Donde puedo volcar infinitamente lo que me pasa. La escritura para mí, es como el aire. No podría vivir sin es...

Buen viaje abuelo!

 ¡Ay abuelo!  Te fuiste y jamás llegó la carta . ¡Maldigo el momento en que entregué ese sobre al hombre del correo y no pedí la opción de que vaya certificada! Qué absurdo es quejarme de esto, con todo lo que está pasando. Pero es que de haber sido así te hubiera llegado mi carta a los días que la mandé. Pero no. Pagué por el envío común, sintiendo adentro que había chances de que no llegue a tus manos. O peor aún que llegue después de tu partida. No sé por que sentía adentro ese enorme impulso de enviarte una carta y no poder esperar mucho más. Ingenuamente creí que si no te llegaba en el mes, te mandaría otra. Pero esta vez sí certificada, para garantizar que te llegue. Pero nada de eso ocurrió. No hace un mes que te la envié. Y no hace ni un día que te fuiste de acá. Te fuiste abuelo y yo no me despedí. Ni hoy ni el día que me fui de Varela. Te fuiste abuelo y yo, que tengo una mirada más abierta de la muerte, me siento con dolor igual.  Esta es la primera experiencia...

Tiempo de reajustar

Debo confesar que son muchos los días en los que estoy muy para adentro. Tan para adentro que a veces me cansa. A todo el fuego de mi carta natal no le gusta esto. Realmente es muy incómodo. Pero a veces necesito parar.   ¿Parar más? Me dice la mente Sí -Le dice mi alma- Hay que parar La quietud vino para quedarse.  El ritmo de la virtualidad todavía me incomoda. Yo necesito ir más despacio.  Mi cuerpo me lo pide.  A veces no es fácil. La mente me corre que con que “tengo que hacer” tal o cual cosa Y ese ritmo ya no es el mío Hay días en los que me siento muy perdida. Hay días en que me gustaría vivir un poco en ese piloto automático en el que estaba, pero eso implica volver a la locura de antes. Hay días en que quisiera que la mente se calle. Que se calme Que deje de acusarme o que al menos baje la voz. Pero me aturde.  Y ahí lo único que encuentro que me devuelve a mi eje son tres cosas: 1- Escribir: liberar todo al papel. Mantener una conversación con ...

Un intento de buscar la calma

  A veces me dan ganas de acariciar al sol. Como si sintiera la necesidad de devolverle un poco de esas caricias que me hace él a mí. Esta tarde me fui a dar una vuelta con la bici. Agarré mi mochilita -esa que tiene mandalas- y me fui a buscar un lugar donde estar tranquila y sola. Sola y en silencio. Adentro de la mochila puse un libro, una botella de agua, mi cuaderno de ideas y una microfibra azul. Y en el canasto de la bici, sumé el aguayo fucsia. Me fui sin mucha idea de a dónde ir. Lo único que deseaba era encontrar un lugar donde pudiera sentarme un rato al sol. Y mientras pedaleaba, me pregunté si no sería buena idea ir hasta el predio de la pileta. Porque como ya la pileta está cerrada, quizás sería un buen lugar donde sentarse a leer sin ser molestada por nadie. Dudé un poco. Pero al final me decidí y pedaleé hasta allá.  Al pasar por el parquecito donde se hace el campeonato de papi futbol, sobre la calle José Hernández, volví a dudar. Se me ocurrió parar ahí, porq...

4 meses

Hace unos días se cumplieron 4 meses de que estamos viviendo acá y sin darme cuenta lo estaba celebrando solita.  El martes pasado me fui sola con la bici al predio de la pileta. Me llevé un libro, mi cuaderno de las ideas, unas lapiceras, los auriculares, un trípode que me hizo mi papá y algunas cositas más. Ah y también me llevé el aguayo. Ese que llevo para todos lados y que siempre me da la libertad de poder sentarme donde quiera. Y mientras jugaba a grabar un video, me di cuenta que estaba viviendo el aniversario de este cuarto mes. Inconscientemente lo estaba celebrando. Ahora mismo estoy comenzando a vivir el 5to mes. Pero bueno, para continuar con estos relatos de aniversarios de mudanza, me dieron ganas de sentarme hoy a escribir sobre esto y compartirte algo de lo que fue este mes acá. Y el modo en que voy a contarte, será en forma de listado.. Algo así como "10 cosas  cosas que aprendí, viví, en este nuevo mes"  Así que acá  va: 1- Cumplí años. E...